REPOSTEROS
Un repostero es un paño generalmente cuadrado similar al tapiz, que tiene plasmados emblemas heráldicos de familia o casas nobiliarias, aunque también porta otros motivos heráldicos.
Historia
Los reposteros surgieron a partir del siglo XII, momento en que nace la heráldica tal y como la conocemos en la actualidad. Aunque originalmente estuvieron relacionados con las banderas, no tuvieron la misma utilidad que estas. Comenzaron a utilizarse con mayor frecuencia a partir del siglo XIV, cuando las familias nobiliarias lo usaron como ostentación del linaje familiar.
Formaba parte de la decoración de antecámaras y otras estancias de importancia de castillos y palacios, y además en tiendas de campaña bélicas, carruajes y caballerías de víveres y pertrechos. Además de los aspectos de identificación y ostentación, el repostero también tuvo la finalidad de aislar las habitaciones del frío, del mismo modo que el tapiz, siendo una alternativa más económica que aquellos.
Algunos vestigios de los primeros reposteros se localizan en la catedral de San Vicente de Roda de Isábena (Huesca). Posteriormente esta pieza hispana y su ejecución se fue extendiendo por otros países y continentes, aunque conservando su carácter español.
En la actualidad el repostero está recogido en el protocolo oficial, que ubica esta pieza en el exterior de edificios institucionales.